No existe otra necesidad humana, otra manifestación de nuestra contradictoria naturaleza que nos diferencie más del resto de seres vivos que la imaginación.
Sin aire no vivimos, sin Arte nos limitamos a sobrevivir, a vagar, perdidos, desorientados, como un esquimal en el desierto que añora las mil variedades de blanco que se ocultan en su inhóspito hábitat natural; en ese hogar tan difícil como necesario, tan lejano de aquel mar de dunas ocres que no conocen el blanco.
¿Creéis que este hombre podría soportar el calor infernal del desierto sin recordar el blanco?
Si no pudiera imaginar el frío que hasta ese momento le había acompañado como un fiel consejero se consumiría igual que los grandes bloques de hielo, que disfrazados de piedras rocosas, ocultaban su intimidad hace tiempo.
La imaginación es para cualquier ser humano lo que el blanco significa para el esquimal: Todo. La necesitamos, la anhelamos, la echamos de menos, incluso cuando no recordamos haberla perdido.
No existe nada en nuestra vil existencia más poderoso... capaz de convertirnos en gigantes o rebajarnos a la minúscula expresión de un grano de arena escondido en la inmensidad del desierto.
¡No hay nada más hermoso ni más necesario que crear!- aunque el Arte es otra cosa... -
¡Maldita limitación! ¡Estúpida barrera que nos impide ser extraordinarios!
¿Acaso es imposible crear sin talento?
No lo sé... sinceramente, aun no he conseguido descubrir que significa esa palabra. Lo único que sé a ciencia cierta es que la imaginación es un atributo, una facultad del ser humano que todos poseemos, incluso aquellos que creen haberla perdido o que nunca llegaron a poseerla en propiedad, y simplemente se conformaban con disfrutarla de vez en cuando perteneciendo el dominio a otra persona.
ImaginARTE por un momento... que tu Imaginación es sólo tuya...
ImaginARTE por un momento... que tras las grises montañas que ensucian de color tu mediocre deambular por el mundo, existieran mil variedades de blanco aguardando a que las descubras y comiences a jugar con ellas...
Tal vez desde ese momento imaginar fuese más importante que dormir, comer, o respirar.
Seguro que después de ese día podrás afirmar con la seguridad del que piensa antes de hablar: CREO LUEGO EXISTO.
Pablo, yo soy una de las que cree luego existe.
ResponderEliminarLa primera barrera que uno debe superar es la de supeditar la expresion de lo que imaginas al talento. Es poco terapeutico no sacar de uno mismo el potencial de imaginación de la forma que sea.