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viernes, 30 de diciembre de 2011

JUNTA LETRAS

SIAMESES Encuentro
SIAMESES Desencuentro


SIAMESES REENCUENTRO


Esta noche no puedo dormir...ultimamente me cuesta conciliar el sueño. Pienso en ella a todas horas pero no consigo recordarla. Normalmente bajo a dar un paseo despues de cenar para no tener que pensar. Mi casa se encoge cuando llega la noche y necesito respirar el aire contaminado de la ciudad como si paseara entre un bosque de arboles de cristal iluminados por brillos de colores.
Hoy esta lloviendo pero no me importa, he decidido bajar de todos modos, en casa me ahogo. Camino con paso decidido aunque no se donde me dirigo, intento escapar de la lluvia andando más rápido hasta que me doy cuenta de lo absurdo del razonamiento y me resguardo en una marquesina de autobús a esperar que descampe. Al fin al cabo no tengo prisa, nadie me espera. Mi fijo en la mujer que comparte mi refugio; es hermosa pero parece inquieta, sin duda la lluvia la ha impedido alcanzar su destino a tiempo. Cruzamos una mirada y compartimos una sonrisa. Es extraño, parece que mi presencia comienza a incomodarla. Antes si quiera que me de tiempo a preguntarla por qué, me responde:

- Hay personas que nacen unidas como los siameses...sus cuerpos comparten el mismo centro de gravedad atraidos por una fuerza irresistble. Yo soy una de esas personas.. - Sus palabras me confunden.
- ¿Nos conocemos?- Pregunto. Ella sonrie.
- ¿Te acuerdas de mí? - Confuso no sé que contestar. Ella continua hablando:
-¿Recuerdas como nos conocimos? era una noche lluviosa como hoy, y ambos nos resguardamos en una marquesina como esta  antes de retomar el camino de regreso a nuestras vidas.
¿Recuerdas que me invitaste a un café?
Yo acepté con la condición de que me sorprendieras....
¿Recuerdas que dejó de llover y ni siquiera nos dimos cuenta? Pasamos horas hablando de tí de mí, de un nosotros que aun no existía... ¿Lo recuerdas?
¿Recuerdas que me acompañaste a casa y antes de que pudiese evitarlo me besaste y tus labios rozaron los mios...¿Lo recuerdas?
-No.
- Eso es porque aun no nos conocemos...- Respondió. En ese momento me di cuenta. Era ella. La habia olvidado y comenzaba a recordarla. Sin pensar le dije:
- Hola me llamo Pablo...¿Te apetece un café? - Ella respondió sin decir nada, y los dos nos alejamos de la lluvia buscando un lugar donde comenzar de nuevo.

Hay personas que nacen unidas como los siameses...Yo soy una de esas personas y ella, es mi otra mitad. Nunca te olvidaré.



                                                                                                                        Pablo Moro.


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